jueves, 15 de noviembre de 2012

Pilas de botón: energía contaminante

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Muchas veces leemos o escuchamos noticias que nos sorprenden. Este es el caso de las pilas de botón. Hace unos días me encontraba buscando información en la web cuando me topé con una frase que me causó cierto desconcierto: “una pila de botón puede contaminar 600.000 litros de agua”.
¿Verdad o mentira?
En primer lugar, es bien conocido el hecho que los metales pesados, como el mercurio, cadmio, zinc o litio, que contienen las pilas, causan daño a la salud humana y al medio ambiente.  
El problema surge cuando estas pilas se eliminan junto a la basura domiciliaria y terminan en rellenos o basurales a cielo abierto. La capa de protección de la pila se va degradando y comienza así la liberación lenta de los metales pesados. Este proceso de contaminación puede ser largo, hasta 500 años (algo que no se dice en la frase que estamos analizando), pero la lluvia, el calor y la acidez del suelo, tienden a acelerar el proceso de descomposición de la pila.
No sólo se contaminan el suelo y el aire, sino también el agua, la cual desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la vida en el planeta. 
Tengamos en cuenta que el agua representa entre el 50 y el 90% de la masa de los seres vivos.
Por eso, el agua es el alimento más consumido en el mundo, y como todo alimento debe reunir ciertas condiciones mínimas de seguridad.
Por lo tanto, es lógico que cada país regule por ley la calidad del agua destinada a consumo humano.
Y esto depende, en última instancia, de cómo haya ido adaptando cada país la definición de agua potable a los avances científicos y tecnológicos.
Según el Código Alimentario Argentino, el valor máximo permitido de mercurio en el agua potable es de 0.000001 g/l.
Por lo tanto, necesitaríamos agregar 1 g de mercurio (en realidad, un compuesto mercurial soluble) en 100.000 litros de agua pura para llegar al límite permitido.
Ahora bien, una pila de botón de 2 gramos contiene 30% de su peso en mercurio, es decir 0.6 gramos de este metal pesado.
Por lo tanto, esos 0.6 g de mercurio (una pila de 2 g) deberían estar disueltos en 600.000 litros de agua pura para llegar al valor máximo permitido por el Código Alimentario Argentino. Como al agua potable no es agua que cae del cielo, sino agua que proviene de ríos y de otras fuentes que ya vienen contaminadas con compuestos mercuriales, es fácil superar así el límite permitido.
Una pila de botón de 1 g (¡que existen!) contaminaría, en cambio, 300.000 litros de agua. Incluso, el número podría ser mucho menor si tenemos en cuenta la lentitud de los procesos de degradación de una pila. Aún así, el número sigue siendo elevado para no prestarle atención.
¿Verdad o mentira?
¿Podríamos vivir solamente con la energía de la red domiciliaria?
Como vemos, basta que una frase haga referencia a la realidad de este mundo para que las cosas se compliquen muy rápidamente.
Sencillamente, no hay suficientes palabras para “decir” la realidad. Luego, la proposición no puede tener sólo dos estados posibles (verdadero y falso), sino infinitos valores entre un mínimo (falso) y un máximo (verdadero).

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